¡Cómo nos gusta el exterior!
Es innegable que la crisis del COVID-19 ha afectado a unos sectores más que a otros. El comercio, el turismo, el cine y la publicidad exterior se han llevado, quizás, la peor parte dentro de esta situación de gran incertidumbre que nos está dejando la pandemia. Se trata de sectores que necesitan de la afluencia de personas por las calles para poder triunfar y ser efectivos, aunque, desgraciadamente, con el estado de alarma que limitaba la libre circulación de personas, ese factor esencial desapareció por completo durante casi dos meses.
Ahora, con la fase 2 en marcha en media España y con la fase 1 en el resto, estos sectores que parecían tan perjudicados están recuperando poco a poco su actividad. Esta “nueva normalidad” requiere muchos esfuerzos tanto por parte de la población como por parte de las empresas afectadas, pues nos encontramos ante un escenario completamente nuevo en el que reinventarse casi por completo.
Sabedores de ello y del gran trabajo que supone volver a los números previos al COVID-19, desde la FEDE-Aepe, la Federación de Empresas de Publicidad y Comunicación-Asociación Española de Publicidad Exterior, se ha puesto en marcha una campaña de optimismo con el máximo objetivo de propulsar y promover la publicidad exterior, de “redescubrir la calle”, bajo el lema: “Cómo nos gusta el exterior”.
Esta campaña podrá visualizarse en las calles de nuestras principales ciudades hasta el 9 de junio. En total, son más de 2.000 soportes en toda España propiedad de las empresas que pertenecen a este colectivo los que se han sumado a la iniciativa.
José María Gallastegui, presidente de la FEDE-Aepe, asegura en unas declaraciones recogidas en El Publicista que “la campaña quiere transmitir un mensaje positivo de la publicidad exterior a todos los ciudadanos, así como a los anunciantes y agencias de publicidad y medios, en estos momentos en que estamos redescubriendo el valor que tienen tantas cosas en las que hasta hace muy poco quizá ni pensábamos”.
Una campaña para redescubrir, para dar valor a las pequeñas cosas, para adaptarse a los cambios y, sobre todo, para no dejar de comunicar en los momentos difíciles. La publicidad exterior recuperará su sitio en su debido momento.